(Forlí, 1911 – Riccione, 1980) Dramaturgo italiano. Cuando todavía era estudiante universitario, escribió su primer drama, I fiori del dolore, destinado, junto con Ritorno, I loro peccati e Il fanciullo sconosciuto, del período 1933-1935, a las compañías "no mixtas" de los oradores; y colaboró, con críticas teatrales y literarias, en Il Momento, semanario católico de su ciudad natal. La formación cultural del joven Fabbri (que se doctoró en Ciencias Económicas y Comerciales en Bolonia, en 1936) se sentía atraída por la modernidad, y se orientaba hacia la Francia de Mauriac, Mounier, Péguy y Bernanos, sin ignorar a Pirandello, Ibsen, Dostoievski y Betti.
En 1939, Fabbri abandonó Forlí para residir en Roma, donde dirigió la Editorial Ave (también fue director de la Fiera Letteraria desde 1960 hasta 1969); en 1940 fue nombrado secretario del Centro Católico Cinematográfico. En Roma, completó la redacción de Paludi, drama de influjo bettiano, y escribió Orbite, y más tarde La libreria del sole (1942) que preludia su obra de madurez, un teatro que quería ser "de contenidos y no de palabras", "de problemas, de verdades" y accesible a todos.
Ese mismo año, Fabbri pronunció en Roma su conferencia Cristo tradito (publicada, con otros ensayos, en Ambiguità cristiana, 1954), con la que manifestó, explícitamente, su catolicismo, en franca oposición al de quienes encierran el mensaje cristiano en la inmutable fortaleza de las instituciones, y se consideran "los únicos poseedores de Cristo". Para el teatro, en seguida surgieron Rancore e Inquisición (Inquisizione), de 1946-1948, en las que la "ideología" se concreta en la trama y en los personajes.
En estos dramas ya se manifiesta con claridad la que será la estructura tipológica de toda su obra: el hombre sometido por el orgullo, en oposición al hombre sometido por el amor. Ningún "arreglo" es posible al margen de Cristo, pero donde hay amor existe también "la oportunidad de salvarse y la esperanza de alcanzar la luz". Con estas premisas, Eugenio (Il seduttore, 1951) creerá que debe existir un Reino del Amor, si es cierto que él siente tanta necesidad de amar (y su adulterio viene a ser, pues, entre símbolo y realidad). En torno al tema del Amor se desarrolla la más célebre -y no sólo en Italia- de las obras de Fabbri, Proceso a Jesús (Processo a Giesù), drama que sigue y elabora la experiencia pirandeliana del "teatro en el teatro".
La producción de Fabbri es amplia: abarca desde el "neoesbozo" de la Bugiarda (1954) hasta la comedia irónicamente alusiva de Scoiattolo (1961), desde el drama familiar (Processo di famiglia, 1955; Delirio, 1957; Non è per scherzo che ti ò amato, 1972) hasta el metateatro (Figli d'arte, 1958; Il confidente, 1964), desde la reconstrucción histórica (Il commedione di G. G. Belli, 1978) hasta obras de intensa problemática "política" (Veglia d'armi, 1956; Ritratto d'ignoto, 1962; Incontro al parco delle terme, 1979), o en las que la estructura del "teatro dentro del teatro" se une a contenidos que, aproximadamente, podrían definirse como paralitúrgicos (L'avvenimento, 1967; Al Dio ignoto, 1980). Todas estas obras constituyen el amplio "corpus" de un teatro que está, como afirmó su autor, "comprometido con la esperanza".
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